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El poder del marketing en nuestras elecciones alimentarias

Actualizado: 30 nov 2022

El marketing o mercadeo de alimentos tiene como objetivo persuadir a las personas a comprar sus productos y convencerlos de que son los mejores del mercado, una de las estrategias que utilizan es colocar frases o declaraciones en la parte frontal de los envases para llamar la atención de las personas, haciéndoles pensar que el consumo de dicho alimento les hará bien o incluso que los necesitan.


La aparición de las declaraciones en los alimentos.


En la década de los 60, con el auge de los supermercados, hubo un incremento en la producción de alimentos envasados y procesados. Pero no fue hasta la década de los 70, con el aumento de conocimiento científico sobre la relación entre alimentación y salud, que hubo un interés creciente de los consumidores por obtener más información sobre los productos que consumen, a lo que las empresas empezaron a responder colocando declaraciones en los envases para demostrar el valor de éstos. Poco a poco y para proteger a los consumidores comenzaron a surgir lineamientos sobre la información que debía colocarse en los empaques y sus estándares, los cuales han seguido modificándose hasta la actualidad. (Link)


Declaraciones frecuentes en los envases.


En los años 90 se popularizaron los términos “light" o "liviano” en alimentos con una reducción de calorías, grasas, azúcares o sodio, pero cuyo uso en aquel entonces no estaba estandarizado, dependiendo totalmente de las empresas. Una de las grandes confusiones con esta definición, es que hace pensar a las personas que estos alimentos pueden ser de libre consumo sin afectar su salud o su peso, pero estos alimentos portan calorías y muy pocas o ninguna vitamina.

Tiene todas las declaraciones posibles para competir contra otras marcas.
En esta etiqueta de aceite, podemos ver tres declaraciones en un intento de lograr vender más que otras marcas.

Con el incremento de las enfermedades cardíacas tomo importancia el colesterol presente en los alimentos y los fabricantes de aceites empezaron a utilizar la declaración “libre de colesterol” para promoverlos como una opción de grasas saludables. Cabe aclarar que ningún aceite vegetal contiene colesterol pues este tipo de grasa proviene de alimentos de origen animal. Por tanto una marca de aceite que contenga la declaración, no será más saludable que otra marca del mismo tipo de aceite.


Es importante leer las etiquetas.


Algunos derivados de la leche declaran ser “sin lactosa” pero estos alimentos ya tienen un bajo aporte de esta azúcar natural de la leche. Por ejemplo, el yogur contiene muy poca lactosa tras perderla en el proceso de fermentación, o la mantequilla, cuyo contenido de lactosa es menor a 1 gramo por cucharada. Por tanto, ambos alimentos son aptos para la gran mayoría de personas con intolerancia a la lactosa, que pueden consumir hasta 12 gramos durante el día. (Link)

La primeras dos imágenes corresponden a etiquetas de yogures el de la izquieda no contiene declaración y en la derecha si, ambos con valor de lactosa similar. Las dos imágenes de abajo son de mantequilla y la de la derecha es la que contiene la leyenda sin lactosa pero podemos ver el escaso valor de este en la mantequilla normal de la izquierda

Los alimentos infantiles han sido los más explotados por la industria a lo largo de la historia, promoviendo diversos productos por su utilidad para el crecimiento, a pesar de que muchos contienen un alto contenido de azúcar o grasa. Estos alimentos solían mostrar en sus envases figuras animadas pero hoy en día algunos países han impuesto leyes que prohíben el uso de tal estrategia. Sin embargo, se siguen publicitando al resaltar alguna propiedad especial, como los yogures infantiles, ricos en vitamina D pero cuyo contenido de azúcar no es despreciable.


Esta Información nutricional corresponde a un yogur con la leyenda "rico en vitamina D", cuyo mercado objetivo son los niños y va acompañado con cereal, ambos son azucarados y la porción entera tiene lo equivalente casi a 1 cucharada de azúcar

Las nuevas tendencias.


Con el interés creciente de las personas en cuidar su salud, actualmente las empresas tratan de resaltar el valor añadido en los alimentos y se han popularizado las leyendas de “100% natural”, “protein”, “sin azúcar añadida”, "orgánico", entre otros, cada una orientada a un grupo específico de clientes.


Estos indicativos son buenos, pero en ocasiones es necesario poner en duda si lo que exponen es cierto. Por ejemplo, algunos aceites en aerosol afirman tener 0 calorías y 0 gramos de grasa pero ningún aceite es libre de calorías, lo que sucede es que por una pulsación rápida de spray la cantidad es menor a un gramo de grasa y por tanto menos de 5 kcal, y en algunos países si los alimentos aportan menos de 5 kcal por porción se les permite poner 0 calorías. Estas presentaciones de aceite pueden ayudarnos a disminuir el consumo de aceite siempre y cuando sean bien utilizados. (Link)


La etiqueta indica una porción de 10ml, lo que contiene 90 calorías aproximadamente y no 0 como está es la tabla de información nutricional por porción

Algunos productos resaltan en grande la palabra de otro alimento pero en verdad solo usan un saborizante, por ejemplo las salsas para untar que tienen sabor yogur, en los que la palabra “sabor” está escrita en letras muy pequeñas, pero “yogur” está en grande, y solo contienen saborizante de yogur.


En otros alimentos podemos ver la leyenda “100% natural” y en los ingredientes podrás encontrar aditivos. Se usa mucho el término "sin preservantes", pero no hay que confundir esta frase con que el alimento es natural o que estará libre de aditivos, simplemente indica que no contiene sustancias conservantes que ayudan a extender la vida útil del producto.


Los alimentos naturales tampoco están exentos de estas estrategias de mercadeo, a varios se les ha asignado el término de “superalimentos” para destacar su contenido ya sea en vitaminas, minerales o antioxidantes, no obstante, no existe una definición científica para este grupo de alimentos. No hay que olvidar que la variedad sigue siendo fundamental para obtener todas las vitaminas y minerales. (Hablaremos de esto en otro post).



¿Cómo asegurarse de comprar el alimento adecuado?


Como hemos visto, no debemos dejarnos llevar por las frases frontales llamativas pues podrían darnos una falsa seguridad de que estamos consumiendo un alimento que nos hace bien o simplemente pagaremos más por un alimento que contiene una declaración que nos hace pensar que es saludable versus otro que no la contiene.


Es importante que al elegir se lea la etiqueta de información nutricional, verificando el contenido del nutriente que nos preocupa o que se destaca en la etiqueta frontal, y además se debe revisar la lista de ingredientes para descartar que tiene alguno que no deseamos consumir; recordando que los ingredientes están colocados en orden de mayor a menor cantidad.


Lo más importante es no abusar del consumo de alimentos procesados y analizar toda la información disponible antes de adquirirlos, sobre todo si es un alimento de consumo frecuente.


Recuerda, nutre tu salud prefiriendo mayormente alimentos naturales.


¿Has sido tentado por estas frases llamativas o has encontrado alimentos similares? Cuéntame tu experiencia.


 
 
 

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